PISCINA DE HIERÁPOLIS


PISCINA DE HIERÁPOLIS

PISCINA DE HIERÁPOLIS

PISCINA DE HIERÁPOLIS

PISCINA DE HIERÁPOLIS

PISCINA DE HIERÁPOLIS

PISCINA DE HIERÁPOLIS

PISCINA DE HIERÁPOLIS

PISCINA DE HIERÁPOLIS

Durante las últimas décadas del S.XX Pamukkale fue explotada hasta la saciedad, se construyeron multitud de hoteles que extraían las aguas termales para llenar sus piscinas dejando secas las piscinas naturales. En las que quedaba agua se bañaba los turistas con jabón, se vertían por todas partes las aguas residuales y todo el mundo pisoteaba aquí y allá con sus zapatos y se accedía a las pozas en motos y bicicletas originando un destrozo tal que parte de los restos arqueológicos de Hierápolis fueron destruidos. Cuando en la década de 1980 se solicitó a la UNESCO la declaración de la zona como Patrimonio de la Humanidad, el organismo internacional puso sus condiciones. Se demolieron hoteles, se eliminó el asfalto en la rampa de acceso y se prohibió el acceso en cualquier tipo de vehículo. Se construyeron en la misma rampa una serie de piscinas artificiales que con el paso de los años se han ido cubriendo de blanca cal lo que me dio la impresión de encontrarme en una especie de parque acuático y se prohibió el acceso con zapatos. Hoy, a pocos metros de la entrada, hay que descalzarse y avanzar a pie por la ladera cubierta de una blanca capa de cal mientras el agua corre entre los dedos de los pies.

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